CONSECUENCIAS DE UN DESASTRE NATURAL
A.
Pérdidas humanas
Por
ejemplo, sobre lo ocurrido recientemente en el Sureste del país, una
de las cifras que se reporto días después de que el huracán Stan
azotara a la zona fue de un millón 954 mil personas afectadas, entre
los que se encontraban 15 muertos, miles de damnificados, y mil 233
refugios temporales.
Por
otro lado, un caso muy particular fue el 19 de Septiembre de 1985 en
el que un sismo sacude a la ciudad de México y afectó
principalmente el centro histórico de la Ciudad de México donde
cobró la mayor cantidad de víctimas. Sin embargo, el sismo dejó
muerte en zonas lejanas a la capital, tales como Ciudad Guzmán en
Jalisco y el puerto de Lázaro Cárdenas en Michoacán. Al principio
no se tenían datos oficiales porque los centros de información
habían sido afectados también, y tardaron varias horas en retomar
las transmisiones. Aún sin saber la cifra exacta de muertos, se
estima en listas oficiales que 10,000 personas murieron, y otras
5,000 se reportaron como desaparecidas. Padres de niños y jóvenes
murieron en el sismo, personas que fueron rescatadas de entre los
escombros, los bebés que nacieron ese día y pasaron hasta más de
una semana sepultados entre toneladas de hierro retorcido.
Cabe
mencionar que no sólo el continente Americano ha sufrido, el tsunami
de Indonesia (26 de Diciembre del 2004), Sri Lanka, y Tailandia dejó
un saldo de 27,000 muertos en Indonesia, 18,000 en Sri Lanka, 4,300
en la India, 1,400 en Tailandia, 100 en Somalia, 52 en las Islas
Maldivas, 44 en Malasia, 30 en Myanmar, 10 en Tanzania, 3 en Las
Seychelles, 2 en Bangla Desh y 1 en Kenya. Esto equivale
aproximadamente a 40,941 más personas de las que fallecieron en el
terremoto de México en 1985 y el país más afectado fue Indonesia
con un saldo de 27,000 pérdidas humanas.
Otro
de los grandes desastres fue la triple catástrofe del 21 y 22 de
mayo de 1960 se conformó por 2 terremotos y un maremoto que asolaron
trece de las entonces 25 provincias de Chile. En pocos minutos se
perdieron centenares de vidas y fue arrasada la infraestructura
chilena, parte del territorio se hundió en el mar, islas y otras
fueron borradas por el tsunami. Y aunque el terremoto fue percibido
en todo el cono de América del Sur, el saldo de muertos no fue tan
drástico como el de la ciudad de México en 1985.Si tomamos la frase “Las áreas más vulnerables son los centros urbanos, cuyo crecimiento acelerado obliga a cambios rápidos en las estructuras sociales y económicas” (Geissert, 39), podemos inferir que un desastre natural pone al descubierto la vulnerabilidad de las naciones y de las personas debido a que nosotros como sociedad crecemos de una manera descontrolada, sin prevenir lo que pueda pasar, ya que si nosotros fuéramos lo suficientemente resistentes a las consecuencias, en vez de llamarlos desastres naturales, tan sólo serían fenómenos naturales.
B.
Pérdidas de recursos naturales y económicos.
Sabemos
que los desastres naturales además de causar grandes pérdidas
humanas, también provocan pérdidas materiales y económicas. Tan
sólo en el año 2003 las pérdidas alcanzaron los 55 mil millones de
dólares a nivel mundial. El problema no es la pérdida de dinero en
sí, sino la desproporción en la que los países se ven afectados
respecto a su producto interno bruto, ya que los países en
desarrollo sufren más las bajas que los países ricos. Esto hace
vulnerables a las entidades en vías de desarrollo, exponiéndolos a
la creciente pobreza.
Como
ejemplo tenemos los recientes huracanes, Katrina, ocurrido en los
Estados Unidos, y Stan y Wilma, ocurridos en México y en partes de
Centroamérica. Katrina a pesar de ser el huracán más caro de la
historia del país americano, ya que podrían superar los
125.000 millones de dólares. En el caso de Stan y Wilma, “tan
sólo en Chiapas, la entidad más afectada por el huracán Stan, se
perdió el equivalente al 15 por ciento del PIB estatal y se
requerirán 2 mil millones de pesos para recuperar el cause de los
ríos”
(http://www.jornada.unam.mx/ultimas/index.php?id=politica1131482199.xml),
y a pesar de no será tan grave como en los Estados Unidos, la
recuperación será de manera diferente, más lenta para los países
en vías de desarrollo.
Lo
que nos hace ver esto es que las condiciones de vida antes de que
ocurra un desastre natural, son en gran medida factores relevantes
para determinar cuál es la pérdida en los bienes que la sociedad
tiene, por ejemplo, si tomamos el caso de una ciudad que no cuenta
con la infraestructura necesaria para soportar la venida de un
huracán y la comparamos con otra ciudad que en cambio, desde antes
de que el huracán llegué, su infraestructura es resistente, a pesar
de que el huracán tenga la misma intensidad, los daños ocasionados
en la primera ciudad serán mayores que en la segunda ciudad, por lo
que al gobierno le costará más recursos económicos reparar la
primera que la segunda y las pérdidas materiales serán más
grandes.
Pero
no tan sólo en las pérdidas de las casas, de los muebles y de los
demás bienes que poseen las personas se ven afectadas las economías,
sino que también en la pérdida de recursos como lo son la madera,
el petróleo, las hortalizas destruidas, los animales muertos, las
industrias destruidas, y de los recursos que se ve forzado el Estado
a aportar para que vialidades y servicios, entre otros, lleguen a ser
como lo eran antes. Además durante el tiempo en que se tarda la
sociedad en reconstruirse por completo, no se generan los mismos
recursos que se generaban y en el caso de las zonas turísticas que
se ven afectadas por los desastres naturales, mientras que se
reconstruyen, pierden turistas tanto nacionales y extranjeros y
gastan en sacar a los que no pudieron salir antes de que el desastre
viniera.
Por
último concluimos que por las razones mencionadas anteriormente, es
importante que se cuente con un fondo de reserva para los desastres
naturales, para que se puedan recuperar de manera más rápida todos
los países, pero lo más importante es que se controle la
contaminación para así evitar el calentamiento global, y con esto,
que los desastres naturales sean menos frecuentes. Otra acción
importante a tomar es mejorar la infraestructura de las ciudades, en
especial, de las que están más expuestas, para poder así soportar
en mayor medida y que la pérdida en los recursos económicos y
materiales sea menor cuando se avecine un desastre natural.
La naturaleza hace lo suyo. Lo seres humanos somos los primeros responsables de que los desastres naturales causen daños irreparable ya que depredamos los árboles, contaminamos el ambiente, generamos basura y hacemos uso indiscriminado de los plásticos, etc.
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